EN LA ETERNIDAD
Susúrrame al oído palabras de amor,
que nadie más pueda escuchar.
Embriaga mis sentidos con tu suave voz,
enloqueciéndome en la eternidad.
Rodea con tus brazos mi torso desnudo,
para sentir la suavidad de tu piel
fundiéndose tus labios con los míos,
en un eterno beso, de tu dulce miel.
Dame el amor que tanto anhelo,
que quiero siempre estar junto a ti,
compartiendo mi vida solo contigo
pues eres tu, mi razón de vivir.
Y en la eternidad, seremos uno,
dos almas fundidas vagando en la nada,
dos corazones latiendo juntos,
un solo cuerpo que unirá el amor.
Y en la eternidad, en el infinito cielo,
brillará una estrella sobre las demás,
indicando el rumbo a los enamorados
y esa estrella, seremos tu y yo.
Un canto nacido de nuestro amor,
sonará en el mundo con voz tan bella,
que será el himno de la pasión,
ahogando el canto de las sirenas.
Y no sonará más llanto en la tierra,
pues nuestro amor formará un manto,
desterrando al mal y a todas sus fieras
protegiendo al mundo de cualquier horror.
Y en la eternidad, solo tu y yo.
Autor: Manuel Lijó Moares
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